El Parque Cruz Conde se despide de Primera División con un gran partido ante un gran rival.
El empate cosechado en la mañana del sábado por el Pozoblanco ante el Atlético Séneca hacía estéril cualquier intento de recortar distancias para los del Fontanar que, matemáticamente, perdían la categoría.
No obstante, los chicos no lo supieron. Saltaron al campo con la única intención de disfrutar con la ilusión de estrenar sus camisetas y pusieron en evidencia a la revelación del Campeonato a los que, además, les envían un aviso para la Copa Diputación.
Los de El Fontanar barrieron literalmente del campo al Salvador Allende a los que, con una presión asfixiante, no le dejaron desplegar su juego habitual. Con el sistema 1-1-2-1-2 al igual que ante el Bujalance, el balón fue en todo momento de los albicelestes que llegaron a realizar un juego muy vistoso, arrancando los aplausos de una grada que se las componía para sujetar sus paraguas.
Lo más positivo fue el nivel mostrado por todos y cada uno de los jugadores y la interpretación del juego con, como ya decíamos, una presión perfecta que les permitió una amplia posesión de balón. La creación y aprovechamiento de espacios tanto en bandas como a la espalda de la defensa rival. El apoyo constante de todas las líneas permitió, además, ver acciones combinativas de muchísimo nivel. Y un dato significativo: el Salvador Allende estuvo toda la segunda parte metido en su área, limitándose a salir a la contra con José Miguel, muy solo, en punta.
Al final, empate injusto.
El Salvador Allende siempre fue a remolque en el marcador. Los locales se adelantaron con un golazo de Víctor. Poco antes del descanso, empataron los de Fátima y con el 1-1 nos marchamos al descanso. Tras éste, los albicelestes salieron como nunca y metieron en su área a los de Fátima. Dani hizo el 2-1 y en una contra volvió el empate, probablemente, en fuera de juego. Con el 2-2, el Parque Cruz Conde estrelló el balón en el palo; a Iván se le escapó un remate desde el interior del área que se fue a las nubes y Álex vió como el portero sacaba sobre la línea un lanzamiento de falta desde el lateral, dificilísimo de atajar. Pero cuando faltaban 15 minutos para la conclusión del partido y en la mejor fase de juego local, Carlos llevó el delirio a la grada con un gol que culminaba una jugada perfecta. La única pena del partido fue el 3-3. Faltaban sólo 5 minutos y en un balón dividido saltaron Juanqui y Víctor con Pedro. Se oyó un pitido y en el despiste, Pedro agarró una volea perfecta que el árbitro dió por válida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario